Finanzas para la Naturaleza: el nuevo lenguaje del desarrollo sostenible

El mundo atraviesa un punto de inflexión. La crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas ya no son solo temas ambientales: son desafíos económicos, sociales y de gobernanza que redefinen las reglas del desarrollo.

Por Rodrigo Rodríguez Tornquist

El mundo atraviesa un punto de inflexión. La crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas ya no son solo temas ambientales: son desafíos económicos, sociales y de gobernanza que redefinen las reglas del desarrollo. En este contexto, las finanzas para la naturaleza emergen como un nuevo lenguaje capaz de conectar la conservación con la inversión, y la sostenibilidad con la prosperidad territorial.

Cada vez más gobiernos, empresas e instituciones entienden que la naturaleza es una infraestructura crítica para la vida y la economía. Valorar el capital natural —el aporte económico de los bosques, humedales, turberas, biodiversidad— y canalizar recursos hacia su protección y restauración es una de las claves para construir economías resilientes y competitivas. Sin embargo, transformar esta visión en práctica requiere algo más que voluntad: exige conocimiento, capacidades y herramientas concretas.

Con esta convicción, el proyecto AcBio – Acción por la Biodiversidad lanzó el Ciclo de Formación en Finanzas para la Naturaleza, una propuesta diseñada para fortalecer las capacidades locales y abrir nuevas oportunidades de desarrollo sostenible.

AcBio trabaja para proteger los bosques y humedales de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (AeIAS). Es implementado por ICLEI Argentina y la Asociación Bahía Encerrada (ABE), con el cofinanciamiento de la Unión Europea.

El Ciclo de Formación en Finanzas para la Naturaleza estará a cargo de Rodrigo Rodríguez Tornquist, de la Asociación Sustentar entar, y cuenta con el acompañamiento del Gobierno de la provincia de Tierra del Fuego AeIAS y de los Municipios de Río Grande, Tolhuin y Ushuaia.

El objetivo es claro: formar equipos capaces de diseñar, estructurar y financiar proyectos financiables de cuidado ambiental, integrando los principios del capital natural, los pagos por servicios ecosistémicos (PSE) y los instrumentos financieros que hoy están redefiniendo la economía.

El programa combina instancias sincrónicas y asincrónicas, materiales pedagógicos adaptados y una metodología participativa. Los contenidos abarcan desde los fundamentos conceptuales básicos hasta herramientas para el diseño y gestión de proyectos, con foco en la identificación de fuentes de financiamiento, la medición de resultados y la elaboración de propuestas con impacto tangible.

Más allá de la capacitación, el ciclo busca construir una comunidad de práctica entre gobiernos, empresas, universidades y organizaciones locales. Una red de personas que comprendan que la transición ecológica no es solo ambiental, sino también cultural y económica.

Los resultados esperados son múltiples: fortalecer las capacidades técnicas de los actores locales, generar una base de conocimiento replicable, y sobre todo, promover proyectos con potencial de financiamiento que contribuyan a la conservación, restauración y gestión sostenible de los ecosistemas fueguinos.

En última instancia, este ciclo no es solo un programa de formación. Es una invitación a repensar la relación entre economía y naturaleza, a reconocer que los territorios más prósperos serán aquellos que logren traducir sus activos naturales en bienestar colectivo y oportunidades de futuro.

La economía de la naturaleza no es una utopía: es la próxima frontera del desarrollo. Y Tierra del Fuego tiene todo para ser pionera.